La casa de comidas “Cal Rubell” es muy antigua, ya desde comienzo del siglo XlX funcionaba como hostal con un pequeño comedor. Fue en 1945, terminada la guerra, cuando la familia Catot Ponsa (los abuelos de los actuales propietarios) adquieren el establecimiento de la calle de la Viña, animados por su hijo mayor, en Josep (conocido por Pepet).
El heredero se casa con Ramona Jamilà, de pueblo abajo, quien se distingue por su capacidad de trabajo, tenacidad y constancia. Ramona bien pronto mostrará poseer un don y una sensibilidad especial como cocinera.
El año 1952, Kubala pasa 5 meses en la Fonda para recuperarse de una enfermedad respiratoria y es quien ayuda la familia a adquirir la casa del lado, lo cual permite hacer una gran ampliación del negocio, con nuevas habitaciones y un comedor mucho más grande.
En las décadas siguientes la Fonda irá perdiendo protagonismo, a la vez que lo gana el restaurante de la Fonda, El Rubell, regentado hasta día de hoy por los hermanos Catot-Jamilà (Josep, Pilar y Teresa).
Y así es como llegamos hasta el día de hoy, en que el restaurante es conocido y visitado por muchas personas de toda la provincia de Barcelona, que se sientan a la mesa del Rubell para disfrutar de su buena cocina.
Pescado y marisco siempre fresco traído casi cada día. Corderos, conejos, capós y pollos criados en Perafita, engordados y sacrificados en el Restaurante Rubell. Ternera con garantía y certificado de calidad. Setas de nuestros bosques cuando llega el otoño. Aceite de oliva traído de l’Om. En verano, verduras y hortalizas cultivadas a Monistrol.
En la cocina del Restaurante Rubell sólo entran productos naturales, de proximidad, buenos y frescos.